La tortura

¿Qué es la tortura?

La tortura es el acto de infligir dolor físico o psicológico por parte de una autoridad pública con el fin de obtener información o de conseguir pruebas para aclarar un delito.
Algunos autores dividen este campo en tortura judicial y tortura extrajudicial.

Tortura judicial:

La tortura judicial se ejerce durante el proceso penal para determinar la culpabilidad del acusado. Este tipo de tortura comienza en el siglo XIII durante la plena Edad Media y finaliza en el siglo XIX cuando la tortura es abolida en España por la Constitución de Bayona (1808) para la España “afrancesada” y por la Constitución de 1812 para la España “patriota”.
Tortura extrajudicial:
La tortura extrajudicial es la que ejerce la autoridad gubernativa fuera del ámbito judicial, especialmente cuando se trata de delitos políticos. La pena extrajudicial es el castigo aplicado a un supuesto autor algún delito, cuya investigación y tratamiento se lleva a cabo sin proceso legal o supervisión de una corte o tribunal a través de procedimientos legales.
La tortura fue sustituyendo a la ordalía, una prueba a la culpabilidad del acusado en el Occidente Medieval a partir de la recepción del derecho romano, que se produjo durante la llamada revolución del siglo XII. La iglesia fue la primera en introducir su uso durante los papados de Alejandro III (1159-1181) e Inocencio III (1198-1216), aunque no se reguló definitivamente hasta la bula Adextirpanda promulgada por el Papa Inocencio IV.
Torturas físicas y psicológicas:
Las torturas pueden ser físicas, haciendo que el torturado sienta dolor en el cuerpo, por lo general se realizan quemando a la persona, dándole latigazos, someter el cuerpo a golpes, mutilaciones y laceraciones a su máxima expresión. Estos mecanismos de tortura son con diversos fines, entre los cuales destaca el placer del que tortura.
La tortura psicológica es un tipo de tortura que se basa principalmente en los efectos psicológicos, y solo de forma secundaria en cualquier daño físico infligido. Aunque no toda la tortura psicológica implica el uso de la violencia física, existe un continuo entre la tortura psicológica y la tortura física.
Los dos se usan a menudo junto con los demás, y con frecuencia se superponen en la práctica, con el miedo y el dolor inducidos por la tortura física que a menudo producen efectos psicológicos a largo plazo y muchas formas de tortura psicológica que involucran alguna forma de dolor.
La tortura en España:
En relación con España el TEDH ha reiterado hasta en 9 ocasiones que se ha vulnerado el artículo 3 que consagra la prohibición de la tortura y los malos tratos alegando que no se había producido una investigación suficiente exhaustiva y eficaz de las alegaciones presentadas por las personas afectadas. En su jurisprudencia señala además que la situación de particular vulnerabilidad de las personas detenidas en régimen de incomunicación en España, exige como contraprestación un riguroso sistema de prevención de todo abuso policial.




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