La masonería.

La masonería aparece en la edad media y es operativa ya que está vinculada a la construcción de las catedrales. Estaba formada por el gremio de pedreros, arquitectos, y trabajadores que, en sí, creaban la catedral.
El proceso de construcción de catedrales se debía guardar en secreto para que otras ciudades no se enteraran de las propias estructuras de estas, y no las copiasen. 
Por ello se caracteriza por el secretismo. Todos los miembros de la iglesia debían mantener en secreto los planos y las estructuras de la iglesia.
La palabra masonería viene del francés francmaçonneire.

La primera masonería solo se centraba en la creación de catedrales. En este grupo había desde obreros, hasta maestros. 
Los miembros de este grupo trabajaban en un espacio cerrado, denominado templo o logia, donde guardaban planos, sin embargo, con el tiempo dejaron de hacerse estas construcciones, ya que la construcción de catedrales decae.

Después del abandono de la construcción de catedrales, se permitían nuevos miembros que no tuvieran que ver con la construcción de las mismas. 
Dichos invitados, la mayoría de ellos, nobles e ilustrados, se interesaron por dicha forma de construcción, afirmando que debían tener conocimientos divinos para recrear una catedral, y crearon una nueva masonería, para obtener estos conocimientos. Esta masonería se conoce actualmente como masonería filosófica de 1917.

Al igual que en la primera masonería, se debían tener una serie de características para poder formar parte de la masonería. La primera, era ser un hombre libre. Debía ser culto y saber leer y escribir. Se debía ser independiente económicamente. (Las mujeres no podías formar parte de la masonería porque no cumplían estos requisitos, ya que en esta época estaban ligadas al padre). Debían ser hombres honrados. No tenías que pertenecer en una religión, pero debías creer en un ser superior que, para los masones era el gran constructor del universo.

En España se creó una masonería mucho más conseguida donde el masón debía tener cuidado, ya que podía acabar siendo perseguido por el estado.

Posteriormente se han encontrado documentos de logias masónicas de mujeres, pero siempre afiliadas a una logia masculina superior.

La masonería española es perseguida por la iglesia desde sus orígenes.
Debido a que, desde siempre, la monarquía y la iglesia han estado unidas, los monarcas posteriores prohibieron la masonería, desde Fernando VI hasta la dictadura de Franco.

Un motivo para incentivar y continuar la caza a los masones, fue que el gobierno les atribuyó las pérdidas de las colonias españolas, como Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Se basaron en que algunos de los líderes independentistas eran masones, y la masonería, debido a esto, se convierte en un instrumento para los independentistas, ya que estos necesitaban un lugar en el que poder hablar libremente.

Unos de los principales motivos de persecución y odio por parte de la iglesia y el estado, es porque no la podían controlar, ya que existía libertad de pensamiento y libertas de religión. Toda la prohibición por parte de la iglesia da lugar a una leyenda negra. La leyenda la divulgó un estafador que, más tarde fue expulsado de la masonería. Este hombre escribió todas las leyendas negras y, estos libros llegaron a ser Best Sellers.
Una de las leyendas de este hombre decía que Satanás aparecía cada viernes a las tres de la tarde, día y hora elegidas por él mismo, debido a su odio a Jesucristo.
Por este hecho, muchas personas acabaron vinculando la masonería al judaísmo, al comunismo o a cualquier cosa que suene mal, para destruir la visión de la masonería, un espacio de cultura y crecimiento personal.
Finalmente, este hombre reconoce que todo lo que ha dicho ha sido inventado. Sin embargo, varias de las mentiras de este sujeto seguían siendo visibles en varios periódicos y documentos del siglo XIX y XX. Hoy en día aún hay personas que siguen remitiendo la misma historia.

La guerra civil da inicio a la desaparición de la masonería en España, ya que Franco la ilegaliza y dicta una ley (ley de la represión de la masonería y el comunismo), que persigue a los masones, sin importarle sin estos están vivos o no, es decir, se les va abrir fichas a la mayoría de ellos (incluidos los que estaban ya muertos) y, al no presentarse, se les reconocía como rebeldes.
Finalmente, la masonería desaparece de España, encarcelando a los masones y confiscando sus bienes.

Una vez restaurada la democracia, en 1975, supuestamente la masonería vuelve. Igual que a los partidos políticos se les devuelven las pertenencias confiscadas, a la masonería no se le devolvió nada y, además, los masones aún están esperando algún tipo de compensación moral; que se reconozca que todo lo que hicieron fue ilegal.

























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